Son las personas que desarrollan tareas de consultoría y auditoría en el sistema. En cada proceso de acreditación participan 2 personas: una en calidad de consultora que ayuda a la entidad a adaptarse a los requisitos del Sistema y a preparar su candidatura a la acreditación; y otra en calidad de auditora que evalúa el cumplimiento de los indicadores del Sistema.
Ambas personas tienen claramente identificadas sus funciones propias en relación al proceso de acreditación y deben necesariamente ejercer su actividad profesional en diferentes comunidades autónomas.